viernes, 15 de febrero de 2008

Ciudadano Armado, Sociedad Libre y Segura Parte 27 Volumen 2 Febrero 3, 2008

Ciudadano Armado, Sociedad Libre y Segura Parte 27 Volumen 2 Febrero 3, 2008



Por Sergio Antonio Graziano



NOTA: Mi apellido, a partir de esta nota, se escribirá con "z", como era el apellido original de mi ancestro cuando vino de Italia, y así lo hemos corregido en el Registro de las Personas.



“Todos los derechos reconocidos y asegurados a los ciudadanos bajo la Constitución, no valen nada, son solo una burbuja, excepto cuando son garantizados a ellos por un virtuoso e independiente Poder Judicial”


Andrew Jackson




El Juez Zaffaroni y su inmoral doctrina de Abolicionismo Penal
La Nación y la entrevista a un Abolicionista Penal: el penalista catalán Mir Puig
El crimen se expande como consecuencia de esta doctrina y de las anti-patrióticas y anti-nacionales leyes de inmigración




Hemos siempre de volver al pensamiento de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de Norteamérica, al igual que lo hicieron nuestros propios Padres Fundadores, en busca de sabiduría y principios morales.
La cita en el epígrafe de esta nota, es solo una muestra más de esta verdad.
Ya a fines del Siglo XVIII, estos grandes hombres habían redactado la gran Constitución Norteamericana, con su Bill of Rights, un estatuto de derechos ciudadanos, una declaración libertaria que constituye el pináculo de la libertad política en la historia humana.
La Constitución Argentina se basó en la americana y nuestro gran Alberdi, en su correspondencia con Justo José de Urquiza, el “Washington Argentino”, influyó para que este pensamiento libertario rigiera la redacción de nuestra Carta Magna de 1853.
A lo largo de las décadas, los políticos argentinos fueron mutilando la Constitución Nacional para adecuarla a sus propios intereses de poder, y es nuestro deber defender la integridad de nuestra Constitución de más ataques y vandalismo liberticida.
Pero los ciudadanos argentinos no solo sufrimos el ataque a nuestros derechos por parte de los esclavistas y algunos elitistas, sino que también debemos padecer la inmoralidad y el insulto de que doctrinas nefastas de abolicionismo penal sean adoptadas por nuestros funcionarios del Poder Judicial y por legisladores de lista sábana, trayendo como consecuencia el asesinato de 50.000 ciudadanos honrados a manos de los criminales desde 1983.
La ciudadanía, padece así secuestros, asesinatos, robos y toda clase de agresiones, mientras los responsables políticos, que debieran responder con sus bienes a tanta ineptitud y mala intención, gozan de la impunidad que les dá el poder usurpado a través del asalto institucional llevado a cabo por la Corporación Política.
Hemos visto al Juez Zaffaroni por televisión, respondiendo preguntas de periodistas en un interesante programa.
Este Juez del Poder, que fue impugnado por decenas de miles de particulares, fundaciones y organismos, e igualmente y arbitrariamente fue designado en la Suprema Corte no duda en justificar su postura contraria al castigo y a las penas de cárcel y aduce que:
“a mayor gravedad del delito, menor es el efecto contramotivacional de la pena”
Así, Zaffaroni no duda en liberar a un asesino, aduciendo que la pena no va a disuadir al asesino de cometer asesinatos.
Entonces lo liberan.
Es evidente la inmoralidad de esta actitud, toda vez que no puede desconocer Zaffaroni que al liberar al caco, el Estado es partícipe y cómplice, por no decir co-autor de nuevos crímenes.
Como han determinado los estudios estadísticos monumentales de los criminólogos John Lott, Gary Kleck y Don B. Kates, que hemos presentado en nuestro “Ciudadano Armado..” Partes 20, 22, 23 y 24, Volumen 1 y Parte 6, Volumen 2:

“a mayor cantidad de delincuentes presos menores índices de delito y cuánto más largas las condenas menor índice de delito también”


………………………


Leemos en La Nación una entrevista conducida por Carmen María Ramos al penalista catalán Mir Puig, invitado a la Argentina por el Departamento de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de La Matanza.
Reproduzco aquí en cursiva y entre comillas afirmaciones de Puig y las comento:

1)“No sirve aumentar las penas contra los delincuentes”

Esto va en contra de lo hallado por Lott, Kates, Kleck en sus monumentales estudios estadísticos.
Un asesino preso no asesina.
Un ladrón preso no roba (aunque organiza robos desde la cárcel, ya que las leyes y los jueces les permiten usar celulares y el e-mail y yo mismo he estado almorzando con un Juez de Cámara Penal y nos interrumpía permanentemente un asesino convicto que llamaba al Juez para pedirle “salir” el fin de semana. Cuando le pregunté a mi amigo el Juez si esos cacos que salen vuelven a matar…el Juez me miró como se mira a un chico de primer grado, y me dijo : ¡por supuesto! )



2)“No estamos ganando la guerra contra la delincuencia”

¿Cómo podríamos ganarla, si los delincuentes que la policía atrapa con grandes esfuerzos, con pérdida de vidas de policías y con tremendos gastos de recursos públicos son liberados en el acto por el sistema penal inmoral?



3)”Si el ladrón roba es porque espera no ser detenido”

Falso.
El ladrón espera ser “liberado”.
Por eso roba.



4)“Los llamados delitos de sangre son pocos”


Dígaselo a los 50.000 ciudadanos asesinados por los criminales con complicidad estatal desde la presidencia del malvado Alfonsín, vendedor de nuestra patria a las huestes del marxismo.
Cinco por día según Lavagna, hasta doce por día según nuestras fuentes.



5)“El derecho penal no puede contribuir a una mayor seguridad en la sociedad.
No es su función”



¿Entonces cuál es su función?
¿Darle seguridad a los delincuentes?
Parece que sí.



6)“La pena de prisión es la única amenaza que la gente toma en serio”

¿No es esto una contradicción con lo que Puig afirma en el punto 1) y 5) ?



7)“El derecho penal no acabará con la delincuencia ni podrá evitar que crezca”

Entonces, el derecho penal no sirve y hay que emplear otro recurso más expeditivo, más satisfactorio y más barato para los ciudadanos contribuyentes, que somos los dueños del circo, aunque muchos no se han dado cuenta aún.



8)“Hay que medir el éxito del derecho penal no respecto de los delitos que se cometen sino respecto de los delitos que no se cometen”


Fantástico.
¿Quién tiene estadísticas de los delitos que no se cometen?
¿Podemos verlas?



9)“A la gente le impacta mucho cualquier noticia sobre delitos violentos”

Parece que a Puig no.
Debe sentir una ternura especial por los delincuentes.
Como Zaffaroni, que duerme con un ex-delincuente.



10)“Los ricos tienen mayores recursos para protegerse y sin embargo son los que más se quejan”

Sí, y Ustedes los abolicionistas penales se aseguran que los pobres sean los más afectados por los criminales.



11)“El derecho penal tiene la función de proteger a la sociedad y prevenir delitos sin renunciar a determinadas garantías para los acusados”


Estamos de acuerdo con las garantías, Señor Puig, pero….¿entonces está Usted de acuerdo en que la función del derecho penal es proteger a la sociedad?
¿No está esto en contradicción con lo que afirma en los puntos 1), 5), y 7) ?


12)”Cuando se endurece la persecución de los delitos se cometen muchos errores”

Entonces, sigamos así y no persigamos a los delincuentes para no cometer errores….



CONCLUSION


La terrible inmoralidad de estos señores abolicionistas, su nefaria doctrina, la flagrante contradicción y la patética falsedad de sus argumentos emocionales, su profunda irracionalidad, su perversa intención, su avieso propósito, la obvia consecuencia de la aplicación de sus postulados, todo ello nos golpea en el rostro como un aliento fétido… y sin embargo…esta doctrina ha sido adoptada por nuestros legisladores y funcionarios del poder judicial, auto-exceptuados de sufrir sus consecuencias por el inmoral uso de guardaespaldas y custodias pagadas por el ciudadano contribuyente.
Debemos cambiar esto.
Debemos eliminar la Lista Sábana y debemos hacer la Reforma Política, para no tener que sufrir nunca más esta restricción de nuestros derechos y ataque a nuestra libertad.
La acción cívica de Tres Arroyos, exigiendo renuncias, es el camino a seguir.
Antes de colgar funcionarios y gobernantes de los árboles, deberíamos tratar de destituírlos…¿no lo creen?

¡ Hasta pronto !

I´ll be back !

Sergio Antonio Graziano

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